¿Por qué la textura es importante en los alimentos?

Cuando se trata de alimentos, el sabor siempre ha sido el ganador. Pero hoy, hay otro factor que está ganando su lugar en la competencia: la textura. Desde el crujiente de un croissant hasta la delicia masticable de un donut de mochi, la textura juega un papel vital en cómo experimentamos y disfrutamos la comida. No es solo una tendencia, sino un factor clave en las preferencias de los consumidores, que moldea cómo se perciben y valoran los productos (horneados o no).

Taste Tomorrow, el programa de insights de Puratos, es el ecosistema más grande del mundo dedicado a comprender las preferencias de los consumidores en las industrias de panadería, pastelería y chocolate. Aprovechando la investigación global y local, proporciona profundos conocimientos sobre las tendencias y comportamientos en evolución.

La textura intensifica cómo experimentamos la comida, convirtiendo buenas comidas en memorables. La textura de un producto impacta en la frescura, la calidad y la satisfacción general. Por ejemplo, las capas ligeras y hojaldradas de un croissant aportan un elemento táctil y visual que complementa su sabor a mantequilla. De manera similar, la naturaleza suave y masticable del pan de masa madre eleva su sabor al ofrecer una sensación prolongada y satisfactoria en la boca.

A nivel mundial, el 72% de los consumidores disfrutan probando alimentos con diferentes texturas, y casi la mitad prioriza la textura sobre los ingredientes al comprar (particularmente los millennials, el 68% de los cuales dicen que la textura influye directamente en sus elecciones).

Los emulsionantes, como los que se encuentran en nuestras mezclas, garantizan ,la aireación y la uniformidad, resultando en pasteles ligeros y voluminosos con migas delicadas. Por ejemplo, la icónica gama Satin de Puratos permite a los panaderos lograr suavidad y humedad, ya sea creando pasteles chiffon aireados o ricas y decadentes creaciones en capas (aprende más sobre las 8 texturas de pasteles que hemos detallado más abajo).

Incluso las texturas del pan se benefician de ingredientes innovadores. Por ejemplo, los mejoradores S500 de Puratos aseguran la tolerancia y consistencia de la masa, ofreciendo resultados impecables para una variedad de aplicaciones, desde brioche mantecoso hasta ciabatta masticable.

Y para los pasteles, la gama Acti de Puratos lleva la frescura al siguiente nivel, reteniendo la humedad y extendiendo la vida útil sin comprometer la experiencia de derretirse en la boca que los consumidores aman.

Las texturas masticables brindan una sensación única y duradera en la boca, creando una experiencia donde los sabores perduran más tiempo. Esta textura ha ganado una popularidad significativa a medida que los consumidores buscan experiencias de consumo más indulgentes y diversas, particularmente en regiones como EE. UU., Reino Unido, Canadá, India y Australia.

Echemos un vistazo a las innovaciones recientes en panadería. El mochi japonés y el té de burbujas taiwanés han introducido delicias masticables en los mercados principales, mientras que el Pao de Queijo brasileño (pan de queso) y el kue lapis indonesio muestran especialidades regionales que están aumentando en demanda.

Otra textura que la gente saborea es la hojaldrada, ofreciendo un festín sensorial que cautiva tanto visual como texturalmente. El atractivo radica en su consistencia delicada y en capas que se desmorona o se rompe fácilmente al morder, creando una experiencia verdaderamente multisensorial.

Por ejemplo, desgarrar un croissant dorado o disfrutar de una tarta de hojaldre invertida, que revela capas de indulgencia y complejidad. Innovaciones virales como el croissant XXL y el croissant 'aplastado' de Corea (cubierto de azúcar, caramelizado y sumergido en chocolate) muestran cómo la textura hojaldrada sigue asombrando e inspirando a los consumidores a nivel mundial.

Las texturas hojaldradas también brillan en aplicaciones saladas, como panqueques de cebolleta o palmitos rellenos de tocino, queso o pesto, demostrando su versatilidad.

Estas creaciones combinan lo familiar con lo inesperado, ofreciendo capas de sorpresas sensoriales. El croissant (croissant de masa de galleta) combina capas de croissant crujiente, masa de galleta pegajosa, chips de chocolate crujientes y una cobertura de galleta crocante, creando un capricho indulgente que satisface múltiples antojos en un bocado. De manera similar, el Pizza Cupcake (un bocadillo hojaldrado y pastoso), que se convirtió en una sensación viral después de su debut en Shark Tank, combina una masa hojaldrada y mantecosa con un irresistible toque de queso que deleita a los amantes de los bocadillos.

Incluso en el mundo del chocolate, los híbridos como la barra "Can't Get Knafeh of It" de Fix Dessert Chocolatier de Dubái muestran cómo la textura es el rey. Estas combinaciones resuenan fuertemente entre los millennials y la generación Z, que buscan la nostalgia combinada con nuevas y emocionantes experiencias gastronómicas.

¿Por qué no considerar la integración de reinvenciones creativas de clásicos familiares centrados en la textura? Por ejemplo, imagina una concha con una textura de masa hojaldrada y en capas en lugar de la clásica textura tipo brioche. ¿O qué tal un donut o un croissant con una textura similar a la de un bizcocho leudado con levadura?